Un gran milagro en San Juan: Chayan, rescatado de las drogas y la calle

San Juan, Republica Dominicana. En una historia que mezcla dolor, esperanza y lucha comunitaria, Chayan un joven sanjuanero atrapado en el círculo de la drogadicción y la falta de hogar ha dejado atrás la calle gracias al esfuerzo combinado de líderes comunitarios, organizaciones sociales y personas solidarias.

Hace unos años Chayan se encontraba viviendo en las calles de San Juan de la Maguana, sin vivienda estable y sumido en la dependencia de sustancias narcótica (drogas), su realidad era la de muchos jóvenes vulnerables: abandono, deterioro físico y bajo la vista silenciosa de unas autoridades que, en ocasiones, no sabe cómo actuar, no saben cual es papel.

La situación fue dada a coercer en las redes sociales por el destacado abogado y presidente de la Fundación Juventud Comunitaria en Acción (FUNJUCOA) Cherry Encarnación, quien resaltaba la evidente necesidad de ayuda inmediata presentada por el adolescente.

El esfuerzo valió la pena, tras varios llamados e insistentes publicaciones de la situación de Chayan, sumado a la voluntad del joven para cambiar de vida, el clamor del destacado profesional sanjuanero y las buenas acciones de la Fundación Juventud Comunitaria en Acción (FUNJUCOA) fue escuchado.

El director ejecutivo de Hogares Crea Julio Manuel Díaz Capellán haciendo uso de sus buenos oficios se puso en contacto con Cherry Encarnación para coordinar la acogida del joven en el uno de los centros de rehabilitación de la entidad que tan dignamente dirige.

“Queremos mostrar que no somos Superhéroes: somos personas del barrio que, con empeño y cariño, creemos que sí se puede marcar la diferencia”, explicó el presidente de (FUNJUCOA), resaltando que con la voluntad y la unidad todo es posible.

Hoy, después de varios días, Chayan no solo ha abandonado la calle sino que también está siendo desintoxicado y puesto en tratamiento para quedar totalmente libre de sustancias narcóticas. Aunque el camino hacia una reinserción plena está recién comenzando, su sonrisa y determinación son prueba de que los pequeños gestos colectivos pueden llegar a obrar grandes milagros.